domingo

Había un puente arrimado de palabras. Aqui, a veces las gotas de miel sonríen sin pensar, sin un color vulgar, viendoce una pequeña sombra que jugaba entre ellas. Mientras tanto avanzas un poquito y vez a lo lejos el frasco de tristezas acumuladas, lo abres y tocas la línea del peligro y no puedes volver atrás por que ya pasó el tren y por eso el niño se aburrió de todo, y por eso ya no quiere hablar, y por eso no quiere jugar con el camioncito de cartón , no quiere querer, solo quiere sentir sus manitos sus pasos y el un dos tres de la mañana. Ya chao.